miércoles, 7 de mayo de 2008

Nosotros los animales


Interesante conferencia la que nos regaló Esther Desfilis. La charla se anunciaba con el nombre de La biología del sex-appeal. Elección de pareja en los humanos, y los atentos asistentes éramos estudiantes de Divulgación Científica. Sonaba diferente y divertido, y de hecho, lo fue.
Cuando estudias Periodismo, las conferencias suelen llamarse de otra forma: Comunicación social e institucional o Evolución del periódico en el S. XIX. Por eso, la charla de Esther Desfilis, estudiosa del comportamiento animal en la Complutense, prometía y mucho. Lo que yo no esperaba, en ningún caso, fue tener un
déjà vu.
Una vez, cuando tuve dieciocho años, decidí estudiar Medicina. Escribir siempre fue una vocación heredada de mi padre, pero yo por aquel entonces quería ser médico. Recuerdo aquellas aulas inmensas, en forma de hemiciclo romano. La Facultad de Medicina de Valencia es hermosa e imponente, y cuando la pisas, te infunde respeto, porque el edificio huele a historia y es historia.
De repente me encontré de nuevo allí, en la parte más alta del hemiciclo. Quien hablaba del comportamiento sexual humano no era Esther Desfilis, sino mi profesor de Psicología Clínica, y preguntaba con entusiasmo desde el encerado: “¿Sabéis que el comportamiento sexual animal y el humano son muy similares?”

A veces, la vida se ríe de ti y te devuelve al mismo sitio. Tal vez sea para que divulgues lo que viste y escuchaste allí.
El ser humano olvida que salió de la selva. Olvida que luchó por su supervivencia y que tiene instintos. Olvida que Homo sapiens sapiens responden a nuestro género, especie y subespecie en el Reino Animal. Y lo olvida con ese cerebro que la evolución nos dio.
Animales somos y como tales nos comportamos sexualmente: somos capaces de secretar feromonas, sustancias químicas volátiles que provocan atracción en otro individuo de la misma especie, y las percibimos por una vía olfativa distinta a la de los olores normales. Cuando juzgamos el atractivo de una persona valoramos la simetría, un indicador de calidad genética. Inconscientemente, nos parece más guapo quien posee mejores genes para nuestros hijos: selección natural en estado puro.
Ellos las prefieren jóvenes porque tienen mayor capacidad reproductiva. Nosotras, en cambio, nos fijamos en los recursos que nos puede aportar un hombre, y nuestra elección variará según el momento del ciclo menstrual.
La sociedad consume productos cosméticos sin tregua. No es porque sí: deseamos resultar atractivos por mero instinto de supervivencia.

Fue nuestra capacidad de raciocinio la que nos alejó en gran parte de dichas sensaciones, la que obliga a que la elección de nuestra pareja responda a factores más complejos que el instinto, tan complejos como uno mismo. Ya no follamos como monos. Nos controlamos, sentimos, aprendemos, nos enamoramos... decía Miguel de Cervantes: “Me moriré de viejo y no acabaré de comprender al animal bípedo que llaman hombre, cada individuo es una variedad de su especie.”

He sentido brotar mi instinto muchas veces. Sí, salvaje y animal. Bello como la naturaleza, parte de la misma. Rápido y desgarrador. Aunque enterrado en el subconsciente, sigue ahí. Emana súbitamente y me susurra que sólo soy un animal capaz de pensar. Homo sapiens sapiens.

MAR LÁZARO BORRELL


domingo, 4 de mayo de 2008

Cobardes: el miedo a vivir


Cobardes: el miedo a vivir

Título: Cobardes
Género: Drama
Nacionalidad: España
Año: 2008
Directores: José Corbacho y Juan Cruz
Guionistas: José Corbacho y Juan Cruz
Reparto: Lluís Homar, Elvira Mínguez, Paz Padilla, Antonio De La Torre, Javier Bódalo, Eduardo Espinilla, Eduardo Garé, Ariadna Gaya
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"Contar pequeñas historias, con sus pequeños personajes, fruto de esta imperfecta sociedad en la que vivimos". Para Corbacho y Cruz, directores del exitoso largometraje Tapas, Cobardes es una nueva oportunidad para hablar de lo cotidiano, para sacar a relucir las miserias que se esconden tras la falsa apariencia de las “familias normales y felices”. Nada es lo que parece, tras la puerta de cada casa se esconde un drama. El “bullying” o acoso escolar es el tema central de Cobardes. Pero este acoso no solo ocurre en la etapa escolar, si no que también está presente en la etapa adulta: en el trabajo, en la familia o en el círculo social.

En Cobardes, Gaby es un chaval de 14 años que tiene miedo a ir al colegio. Tal vez su miedo sea a causa de Guille, un compañero de clase que le acosa y este, a su vez, tiene miedo a defraudar a su padre. Pero los padres de Gaby y Guille también tienen miedo. Joaquín, el padre de Gaby tiene miedo a perder su trabajo, y Merche, su madre, miedo a que su familia se desmorone. Guillermo, padre de Guille, tiene miedo del poder que le envuelve, y Magda, su madre, miedo de no conocer a su propio hijo.

En esta película, cargada de emotividad, Corbacho y Cruz abandonan su vena cómica para sorprendernos presentándonos un producto sencillo, con tintes de denuncia y crítica social. En su trasfondo, y dejando a un lado el tema del acoso escolar, la película intenta reflejar el miedo. Ese miedo que compartimos todos, tanto adultos como pequeños, al dolor, a la incertidumbre y a la mentira. Ese miedo que no nos deja desarrollar nuestra existencia con la libertad necesaria. Como afirman los directores, la película habla de “esos miedos grandes, pequeños, reales y artificiales.” Corbacho y Cruz desarrollan estas situaciones con planteamientos sencillos, e incluso, en ocasiones simplones, pero muy humanos, cercanos a los espectadores. Cobardes plantea varios de los problemas de nuestra sociedad actual: la incomunicación conyugal, la violencia, el acoso, la conciliación laboral y familiar…pero todo ello sin grandes propagandas, sin panfletismo, evidenciando la cultura del miedo en la que estamos inmersos y en la que el acoso escolar es tan solo una parte mínima. A ello contribuyen, y mucho, el magnífico elenco de actores españoles, sobre todo los adultos, encabezados por Elvira Minguez.

Cobardes es una película simple, correcta y con buenas intenciones que consigue mantener el interés del espectador de principio a fin. Y eso no es moco de pavo.

RAQUEL DURÁ LAHOZ

3 de mayo, fecha clave para un periodista


Ayer fue el DÍA INTERNACIONAL DE LA LIBERTAD DE PRENSA. No lo sabía. Pero lo vi en las noticias y a partir de ahora es una fecha que los que hacemos este blog, como casi-periodistas que somos, tendremos que marcar en nuestra agenda. Esta fecha fue elegida en 1991 por la UNESCO y las Naciones Unidas en Windhoek (Namibia), para conmemorar la "Declaración de Windhoek para el Fomento de una Prensa Africana Independiente y Pluralista". A partir de entonces celebramos la fiesta por la libertad de expresión el 3 de mayo. Mucho antes de la Declaración de Windhoek, se redactó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que ya en 1948 recogía en su artículo 19 el derecho de opinión y expresión. Un artículo por detrás, el 20, es el que recoge estos derechos en la Constitución Española de 1978.

A pesar de estos acuerdos, en lo que va de año ya han muerto 8 periodistas y 129 permanecen encarcelados. Cifras alarmantes de personas que mueren por el hecho de ejercer un trabajo como es el de interpretar el mundo para los demás. Ésta es la página web de Reporteros sin fronteras y ésta la del Comitte to Protect Jounalists (en Inglés), con información sobre la situación de diferentes periodistas en el mundo, datos, campañas...

Ahora, con los Juegos Olímpicos de Pekín, está muy de moda hablar sobre la situación de los periodistas en China. Pero, como ocurre a diario hablemos de lo que hablemos, dejamos en el olvido la ley del silencio o la censura que se practican en muchos países de África y algunos de Sur América o Asia. Pero nuestra visión occidental de las cosas nos limita en muchos más aspectos. Por ejemplo, en Méjico, el día de la libertad de expresión es el 7 de junio. No olvidemos tampoco que existe la autocensura. No sólo usan el lápiz rojo algunos líderes políticos, o los dueños de grandes grupos mediáticos. El mismo comunicador se impone unos márgenes en las palabras. Lo empujan la publicidad, algunas líneas editoriales, temas tabú como la monarquía en España, situaciones laborales peliagudas en el periodismo de guerra... Ya que muchos disfrutamos de un marco en el que la libertad de expresión es, en principio, posible ¿por qué no lo aprovechamos? Bravo por aquellos que se dedican a investigar frente a situaciones peligrosas, el orden establecido de algunos países o a alertar sobre atentados que se producen a diario contra la libre expresión de ideas.

LAURA RIBES LEAL

sábado, 3 de mayo de 2008

ENTREVISTA CON... Iris Lezcano. De la escuela de teatro a la serie de moda: "Sin Tetas No Hay Paraíso"

Por: LAURA RIBES LEAL

Iris es valenciana y tiene 22 años. Trabaja en el reparto de la serie con más éxito de la temporada, "Sin Tetas No Hay Paraíso". Tiene todo un reto por delante. La vida de Paula, su personaje, va a dar un giro rotundo tras su embarazo.

La serie empezó en enero de la mano de Grundy, la productora que disfrutaba de una audiencia
extraordinaria con la serie de sobremesa que se veía en la mayoría de hogares españoles: "Yo soy Bea". El share conseguido con la nueva apuesta no ha decepcionado: llegaron al 30% en el último capítulo. Una campaña promocional basada en el morbo del protagonista, El Duque, y un guión que sabe manejar la intriga de un buen culebrón, han sido los artífices. Todo el equipo ha alucinado con la buena acogida que ha tenido la primera temporada. Y ya se está rodando la segunda. En septiembre volverá y, entonces, la historia se complica.

¿Cómo es esa chica que está detrás de la sensata Paula de "Sin Tetas"? ¿Cómo llegó hasta aquí?


Laura Ribes: Te acababas de licenciar cuando comenzaba el rodaje, ¿cómo fue el gran paso a la televisión?

Iris Lezcano: Bueno fue todo muy rápido. Hacía unos meses que había salido de la Escuela Superior de Arte Dramático de Valencia y aunque ya había hecho otras incursiones en la tele, no había estado en un proyecto tan estable y grande como éste.

L.R.: ¿Cuáles fueron tus pasos para llegar hasta aquí?

I.L.: Como se suele hacer en esto casos, pasé por una prueba. Mi agencia me avisó y me vine a Madrid. Volvía en el bus hacia Valencia con la sensación de siempre: nervios, esperanza... pero sobretodo pensando que si no había suerte, un casting más me aportaba experiencia. Pero gusté y me llamaron a los pocos días diciendo que el papel era mío. ¡Fue increíble! Todo: el saber que empezaba una serie, el trasladarme a Madrid...

L.R.: Esta vez el autobús sólo era de ida...

I.L.: Bueno, voy muy a menudo a Valencia, pero sí, ahora vivo en otra ciudad. Estoy aprendiendo mucho, conociendo cosas nuevas y, aunque a veces estoy un poco sola y echo de menos a mi gente, sé que esta oportunidad es para aprovecharla y eso me da fuerzas.

L.R.: ¿Qué habías hecho antes?

I.L.: Sobre todo teatro. Estuve en una escuela de teatro muchos años, y fue lo que me llevó a seguir estudiando y dedicándome profesionalmente a la interpretación. Varias obras, muestras y el café-teatro han marcado mi currículo. En la tele, he aparecido en series como Hospital Central, el Comisario o Maniàtics, en Canal 9. También interpreté a un personaje en una tv-movie: Síndrome laboral. Además, hasta hace poco trabajaba como presentadora de unos informativos juveniles por Internet.

L.R.: Es todo un reto trabajar con Grundy. ¿Suponía mucha presión ser una especie de relevo de Yo Soy Bea?

I.L.: Es un desafío estar trabajando aquí, pero el ambiente es muy bueno. Los productores están muy ilusionados, y Tele 5 también. Además, el formato de la serie es diferente, el tono muy distinto y Sin Tetas no es de emisión diaria, sino semanal y de noche, en prime-time.

L.R.: Hay un reparto con pocas estrellas. Pero trabajan contigo actores de la talla de Fernando Guillén Cuervo o la protagonista, Amaia Salamanca, que salía en la serie ‘SMS’ ¿Cómo es tu relación con ellos?

I.L.: Son geniales y en general muy humildes. Yo llegué cuando llevaban rodando un mes. A la chica que iba a hacer mi papel le surgió otro proyecto y cuando llegué era la nueva, todos se conocían. Pero me han acogido muy bien. Hemos hecho piña, sobre todo las chicas.

L.R.: Todas interpretáis a jóvenes prostitutas. ¿Os está resultando difícil poneros en el papel de mujeres con una vida tan complicada? ¿Tenéis escenas comprometidas?

I.L. Las más peliagudas no tienen sexo explícito, por si te refieres a eso. La carga emotiva y la dureza de la historia están en el guión y los personajes.

L.R.: ¿Cómo ves a Paula, tu personaje? ¿Qué ocurrirá ahora que espera un hijo de Jesús, que ha sido asesinado? ¿Llevas bien "el embarazo"?

I.L.: Paula es muy introvertida. Es una chica de barrio, con muchos problemas familiares y de relación con los demás. Es muy influenciable, pero a la vez, las heridas le han hecho fuerte. No puedo contarte mucho de lo que vendrá. Lo del bombo, muy surrealista, pero todo un desafío.

L.R.: ¿Cómo ha sido el meterte en la piel de un personaje así?

I.L.: No ha sido nada fácil. En mi primera escena tenía que romper a llorar y a veces hasta a los actores nos cuesta. Menos mal que existe el mentol. Aunque ese día costó muchísimo que funcionara. Y he descubierto que fue porque ¡mis lentillas hacían barrera! A partir de ahora, si necesito mentol, haré la escena a ciegas(ríe).

L.R.: ¿Te sientes identificada con Paula?

I.L.: Realmente somos muy distintas. Pero lo bonito de la interpretación es que indagas en personalidades muy diferentes a la tuya. Aunque tengo que decir que ya me giro por la calle cuando oigo el nombre de Paula. Como en los rodajes nos llaman por el nombre del personaje...

L.R..: ¿Ha sido un gran cambio pasar del teatro a la televisión o no se alejan tanto como creemos?

I.L.: Sí, sí se alejan. El proceso del actor en la tele es muy distinto. Los primeros días de rodaje pensé: “¿dónde está lo que sé?”. Pero el director de Casting, Carlos, me ayudó muchísimo. Y el actor que hacía de mi padre, Alfonso Torregosa, también. Es un apasionado de la profesión. Y tiene mucho talento. Estoy aprendiendo muchísimo tanto de él como del resto de compañeros.

L.R.: Ya se habla mucho de la versión colombiana. ¿Qué diferencias encuentras?

I.L.: En la serie que hacían en Colombia la protagonista se mueve por dinero. En nuestra versión lo que mueve personaje de Amaia Salamanca es el amor. Además, hay paralela una trama policial que en la anterior versión no existía.

L.R.: ¿Qué opinas del “fenómeno duque”?

I.L.: Es comprensible. Sólo hay que verlo (ríe). Y al margen del personaje, Miguel Ángel Silvestre es un encanto. La televisión y la publicidad, hacen todo lo demás.

L.R.: ¿Cómo vivisteis el preestreno del último capítulo, en la Gran Vía de Madrid?

I.L.:Era como un sueño. Como el rodaje de una secuencia más. Fue una sorpresa increíble el revuelo que se levantó. Muy gratificante.

L.R.: ¿Teatro, cine o televisión?

I.L.: El teatro es mi vida. La televisión, mi presente. Y ojala el cine sea el futuro.

viernes, 2 de mayo de 2008

Ensayo sobre la ceguera, una alegoría de nuestro mundo





Título: Ensayo sobre la ceguera

Autor: Jose Saramago

Editorial: Ediciones Alfaguara

Año de edición: 1995

Número de páginas: 373




“Por qué nos hemos quedado ciegos, No lo sé, quizá un día lleguemos a saber la razón, […] Creo que no nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos, ciegos que ven, ciegos que, viendo, no ven.” La vista, la percepción, la importancia de poder contemplar las cosas y mirar el mundo que nos rodea. Sacar a relucir los instintos más básicos de la humanidad y de la sociedad en un momento de profunda crisis. De esta manera Saramago, escritor portugués, Premio Nobel de Literatura, baja hasta las cavernas más profundas de la trastienda humana para prevenirnos de los males no sólo de la razón, sino también de la sinrazón.

Una plácida mañana de primavera. Un hombre aguardando en su coche a que el semáforo se ponga en verde. De repente, la blancura le inunda. Poco a poco, como si de la peste negra se tratara, y pese a las férreas medidas de control por parte del Gobierno, el mal blanco se contagia. Momentáneamente, el mundo se convierte en un mundo de ciegos, para los que no hay otra esperanza más que la de volver a ver. Un mundo en el que desaparece todo orden establecido, inmerso en el caos de la ignorancia.

En esta situación, el profundo egoísmo que marca a los distintos personajes en la lucha por la supervivencia, se convierte en una parábola de la sociedad actual, trascendiendo así el significado de ceguera más allá de la propia enfermedad física. La ceguera traspasa los límites de la visión para convertirse en una ceguera de la razón, del entendimiento y del corazón.

Saramago describe, exhaustivamente, este mundo abominable con su personal tono estilístico, triste y dulce, duro y piadoso al mismo tiempo, con algo de narración bíblica y de cuento infantil, que le permite contar tan cerca del corazón y a la vez tan cerca de la historia. Más allá de ser una novela que muestra un mundo terrorífico, más allá de convertirse en un espejo de la realidad actual, es una evidencia de los resquicios de caridad y esperanza que albergamos aun en las situaciones y los momentos más angustiosos.

Si estás dispuesto a abrir los ojos y descubrir la falsedad del mundo que nos rodea, sin duda alguna, Ensayo sobre la ceguera es un libro de obligada lectura para ti.

RAQUEL DURÁ LAHOZ

JUNO: el simpático producto indie del año


JUNO: el simpático producto indie del año

Título Original:Juno
Año:2007
Dirigida por:Jason Reitman
Guión:Diablo Cody
Música:Matt Mesina
Intérpretes: Ellen Page, Jennifer Garner,Jason BatemanMichael Cera, Alison Janney, J.K. Simmons.


Sólo tres minutos de música folk de los Moldy Peaches y una presentación con estética naïf son suficientes para que venga al recuerdo del espectador la profecía de Sundance: Juno es el “producto”indie del año. Diablo Cody es la artífice de un guión que, plagado de diálogos ácidos e inteligentes, se convierte en el medio y objetivo de la película. Repite así Jason Reitman el esquema de su anterior película, Gracias por fumar, comedia con humor directo y cínico, incisivo con la sociedad estadounidense. Es un esquema que funciona, y no sólo en los festivales independientes como el mentado de Sundance, cada vez más abocado a entrar en la onda holliwoodyense del star system, sino también entre el espectador medio, o ciudadano de a pie, que va al cine en busca de historias y, de vez en cuando, se encuentra con simpáticas fábulas como Juno.

Juno (Ellen Page) es una peculiar adolescente de 16 años que se queda embarazada. Ante la incapacidad que siente de criar al bebé, y una vez descartado el aborto, decide darlo en adopción a una joven pareja (Jennifer Garner y Jason Bateman). El drama de una niña embarazada pasa casi desapercibido al espectador, capturado por un mundo que igual peca de excesivamente feliz, pero en el que este “accidente” no es catastrófico, sino un hecho tratado con acidez, comicidad y sobretodo, absoluta normalidad.

La interpretación de Page y los diálogos ingeniosos llevan el peso de una historia donde la naturalidad no equivale a frivolidad, y en la que los guiños cinéfilos y musicales son una constante en el guión que con cariño ha construido Cody para cada uno de los personajes. Todo esto genera situaciones cómicas, incluso desternillantes, sin abandonar los sentimientos y los dilemas vitales en ningún momento.

Puede que la vida poco prototípica de la guionista bloggera alternativa hayan impregnado en exceso la película de alusiones culturales pseudo-cools, recreándose en la transgresión de lo alternativo. Pero en cualquier caso, sea como autohomenaje a lo underground, sea por pretensión de explotación comercial de lo indie, o por simple inspiración, lo cierto es que esa niña preñada, cínica, irónica y con una concepción de la cultura, del amor y de la familia que no encajan en el modelo establecido, arrancan una sonrisa de oreja a oreja a espectador. Juno es un salmonete que nada a contracorriente y el observar los obstáculos con sus ojos nos deja la sensación de haber estado paseando por un parque un día de sol. Nada de moralismos y sí mucho vitalismo.


LUCÍA PINAR GARCÍA

jueves, 1 de mayo de 2008

Un solomillo muy 'salao'


"SoloMillo, una historia poco hecha"

Sinopsis: Juan es un filete sabroso y alegre que vive en un mundo particularmente frío y que un día conoce a María Entrecot, una chica contundente y jugosa que le descubrirá los placeres de la carne. La inexplicable desaparición de María convierte a Juan en cuarto y mitad de lo que era. A partir de este momento luchará con todas sus fuerzas contra su destino convirtiéndose en el Ché Guevara de las proteínas.

Sí, la historia es un tanto surrealista, los disparates se suceden uno detrás de otro, pero esto es algo es característico del teatro del absurdo. "Solomillo, una historia diferente" es eso, un relato poco habitual. Se trata de un monólogo interpretado por Fele Martínez y a cargo del grupo en el que él hizo sus primeros pasos en esto de actuar: la compañía "Sexpeare". Nombre curioso también.

Como el mismo título reza, la obra está poco hecha. El protagonista continúa su hazaña preguntando al público qué camino ha de seguir. Esto sumerge al patio de butacas en la historia, haciendo que actor y espectadores interactúen. Precisamente lo que más le gusta a Fele. En una entrevista para Atiende Televisión (una cadena por Internet) confesó: "Como yo me siento más realizado es haciendo teatro precisamente porque estás interpretando para un público que está ahí presente. Es algo absulutamente inmediato y además tú tienes el control". A mí esta dinámica me recordó mucho a los café-teatro, pero con algunas diferencias evidentes: un actor más que consagrado, un guión más loco de lo que estamos acostumbrados y un montaje y una iluminación impecables.

Fele es conocido por su trabajo en cine, y verlo en el registro de este espectáculo ha sido una sorpresa. Ahora me gusta un poco más, si cabe. Tiene una voz estupenda para el auditoro, un ritmo incansable en su actuación y una vis cómica genial que hasta el momento había explotado poco. He visto a un solomillo muy 'salao'. A parte de la gracia de Fele, me quedo con una cosa: la selección musical, hecha con mucho gusto. Pude escuchar un gran tema de Kenny Rogers y la First Edition que mis oídos ya habían disfrutado con la película de culto "El gran Lewoski". Una joyita y una rareza rock del grupo country.

Pero vuelvo a la esencia de la obra. "Solomillo" incluye referencias a lo más bobo de la vida cotidiana, se ríe de muchos tópicos, y mezcla de una forma muy 'freeky' varios mitos cinematográficos. Grotesca e inocente a la vez. Y con muchas sorpresas. Creo que es una pieza que disfrutará la gente joven, sin prejuicios y muy cachonda. La alabo de forma breve y castiza: Olé.

En la web de la compañía hay una lista de las próximas actuaciones


LAURA RIBES LEAL